En 2020, nuestra querida hija Ainhoa, de tan solo seis años, fue diagnosticada de Gliomatosis Cerebri, un tumor cerebral muy agresivo que, lamentablemente, hasta la fecha no cuenta con un tratamiento curativo. A lo largo de un año, enfrentó la enfermedad con una valentía admirable, pero su diagnóstico no le permitió acceder a un tratamiento que le diese esperanza para poder curarse, directamente fue derivada a la unidad de cuidados paliativos.
En 2021, con tan solo siete años, Ainhoa nos tuvo que dejar. Su paso por este mundo fue breve, pero lleno de amor y de luz, dejando una profunda huella en quienes tuvimos el privilegio de conocerla. Ainhoa fue mucho más que una niña “luchadora”; fue una inspiración. Con su fortaleza y su manera de ver la vida, nos enseñó el valor de cada momento.
Perdimos a nuestra pequeña, pero su luz sigue iluminando nuestros días y dándonos la fuerza para hacer algo en su honor y por todos los niños y familias que atraviesan situaciones similares.
Nuestra misión es apoyar la investigación del cáncer infantil para que otros niños y sus familias tengan más opciones y oportunidades de tratamiento. En colaboración con hospitales de referencia, impulsamos proyectos de investigación para la unidad de tumores cerebrales pediátricos, convencidos de que cada avance puede marcar una diferencia.
Ainhoa amaba la vida, y con su energía y alegría nos inspira a continuar. A través de esta fundación, su legado vive en cada paso que damos hacia un futuro más esperanzador para los niños afectados por el cáncer. Te invitamos a unirte a nosotros en esta causa tan importante.